Mi mujer y mi hombre
Encuentro un espacio interno donde mi hombre y mi mujer internos dejan de luchar, de confundirse, de enjuiciarse, de perderse.
Un lugar donde por fin se miran, se ven y se dan la mano.
Un lugar donde conviven en paz, descansan y sueltan todo lo que ya no necesitan.
Encuentro luz y fuerza en cada uno de ellos.
Hombre y mujer viven en mí en libertad y danzan en un baile de amor.
Hoy soy la mujer que mira al hombre y ve toda su belleza, que mira a la mujer y ve toda su belleza.
Y la belleza de ambos es mi belleza.
Hoy no sé dónde empieza uno y acaba el otro y está bien así.
Simplemente, dejo que dancen dentro de mí.
Gracias padre, gracias madre.